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La sabiduría de lo alto es pacífica

Noticias Manmin   No. 265
2576
Octubre 28, 2018


Dr. Jaerock Lee

Pastor Principal de la Iglesia Central Manmin



■ Director del consejo, La Iglesia de la Santidad Unida de Jesucristo

■ Presidente vitalicio, La Asociación Misionera de Avivamiento Cristiano Mundial

■ Fundador y Director del consejo, Red Cristiana Global

■ Fundador y Director del consejo, Red Cristiana Mundial de Médicos

■ Fundador y Director del consejo, Seminario Internacional Manmin

■ Fundador y Director del consejo, Seminario Teológico La Alianza Santidad

■ Doctorado de ministerio, y Doctorado honorífico de Divinidades

■ Sus sermones fueron transmitidos por el Sistema Cristiano de Transmisión y la Compañía Transmisora del Lejano Oriente.

■ Condujo cruzadas en la ciudad de Nueva York, Washington D. C., Baltimore, Maryland, Los Angeles, y en Hawaii, en los EE.UU.; Japón; La India; Pakistán; Filipinas; Argentina; Honduras; Perú; Rusia; Alemania; Kenia; Tanzania; Uganda; la República Democrática del Congo; Jerusalén en Israel; y Estonia.



“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz” (Santiago 3:17-18).


Los humanos somos seres sociales. Vivimos con nuestros padres en casa cuando somos pequeños y pasamos tiempo con amigos en la escuela durante la juventud. Después del estudio, nos hacemos miembros de la sociedad y trabajamos juntos. Las personas nacen y crecen en diferentes trasfondos, pero si cada uno de nosotros insiste en su propia justicia en cada asunto, podemos herir los sentimientos de otras personas frecuentemente y la paz puede romperse entre ellas.

Por tanto, para lograr que todo sea exitoso en casa, en la escuela y en el negocio, necesitamos la sabiduría que produce paz con todos. La sabiduría de lo alto es pacífica. Es una clave para tratar con todo asunto dentro de la voluntad de Dios y un pasaje que lleva bendiciones que hacen que descienda la gracia de Dios. Con tal sabiduría, podemos mover y unir los corazones de la gente y llevar fruto abundante.


1. El significado espiritual de ‘paz’

Un sentimiento de paz se define en los diccionarios como sentir calma sin preocupaciones, y si hay paz entre un grupo de personas, estas viven o trabajan juntas en una armonía amigable sin contiendas. Dios quiere que Sus hijos tengan paz unos con otros. Él desea que no tengan discordia, que no discutan por cosas sin importancia y que no tengan desacuerdos. La ‘paz’ en un sentido espiritual se refiere al ‘estado de tener un corazón generoso y hermoso capaz de aceptar y amar a cualquier persona’.

Cualquiera puede procurar la paz fácilmente con aquellos que están de acuerdo con su tipo de carácter. Pero la paz que Dios quiere que usted tenga es la ‘paz con todos’. No se trata de tener paz con algunos y sentirse incómodo con otros. Sino es aceptar y hallar la paz con todas las personas con un corazón generoso. Sin embargo, si usted no tiene bondad en su corazón, será difícil hacer las paces con todas las personas, no importa qué tanto se esfuerce. Esto es debido a que cuando usted es introducido en una situación no deseada o embarazosa, su corazón puede ser sacudido, aunque exteriormente luce en paz.

Por tanto, para lograr la paz que Dios quiere que tengamos, necesitamos tener ‘paz con nosotros mismos’. Para hacerlo, debemos alejar todo tipo de maldad, como odio, celos, arrogancia, orgullo y rencores. Podemos tener paz con nosotros mismos sólo después que terminemos de luchar contra el pecado y la maldad y santificarnos. Luego, podemos hacer las paces con todas las personas, como nuestro cónyuge, hijos, amigos, compañeros del trabajo y vecinos. Y entonces podremos tener paz con Dios, y la ‘paz con Dios’ significa que no tenemos una barrera de pecado interponiéndose contra Dios.

De hecho, ‘hacer las paces con Dios’ es lo más importante para lograr la paz. Pero la paz con uno mismo echando fuera toda forma de maldad es un prerrequisito para tener paz con Dios. Cuando tenemos paz con nosotros mismos, podemos hacer las paces con otras personas.
Jesús, quien vino a la tierra como el Salvador, sirvió a los que carecían de educación y refinamiento, a los pecadores y a los recolectores de impuestos así como a las personas buenas, educadas, gentiles y obedientes. Él hizo la paz con todos, e incluso hizo la paz entre Dios y las personas abriendo el camino de salvación en la cruz con amor para todos quienes estaban viviendo en pecado y maldad.


2. La razón de ‘tener paz con todas las personas’ es la sabiduría

1) Podemos hacer todo dentro de la voluntad de Dios.

Hay varias clases de personas en el mundo. Entre la elite con educación y las personas en una posición social de influencia, algunos permanecen humildes y mantienen buenas relaciones con las personas en muchos cargos y sectores diferentes. Pero algunos otros miran a las personas desde arriba arrogantemente. No importa qué tan inteligentes y capaces puedan ser, si ignoran a otros y rompen la paz, no podrán lograr algo grande. Estas personas sólo pueden impedir el proceso de trabajo.

Hubo un hombre llamado Jo Gwangjo in Joseon Dynasty. Él llevó buscó lograr reformas radicales para el rey y para el pueblo de Joseon. Su meta era clara y él era apasionado. Así que el rey lo apoyó activamente al principio y el pueblo también. Pero sus planes de reforma eran tan agresivos y radicales que algunas personas se le opusieron. Él tercamente se apegó a sus planes hasta el final, incluso enfrentando oposición directa.

Al final, el rey le dio la espalda. Incluso fue acusado falsamente y le quitaron la vida antes de que comenzara a poner en práctica las reformas. Si hubiera escuchado y recibido bien al partido de oposición, él hubiera logrado sus planes de reforma. Sin embargo, el no logro hacer la paz porque continuó insistiendo en sus propias ideas, lo cual tuvo consecuencias. Él tuvo una buena intención, mucho conocimiento y metodología definitiva para poner en marcha los planes, pero todo resultó inútil cuando la paz se rompió.

Quizá usted ha observado dichos incidentes a su alrededor. Por ejemplo, algunas personas quizá mostraron buen desempeño de trabajo, pero son bien conocidas por tener malas actitudes. Esto es debido a que pusieron su capacidad y sabiduría por encima de otros e hirieron los sentimientos de otros. Si tales personas ignoran las opiniones o situaciones de los demás, insisten en sus ideas y hacen las cosas sólo a su manera, no pueden evitar tener conflictos con sus subordinados, con la gente de otros departamentos o incluso con sus jefes. Pueden hacerse notorios por arruinar el ánimo de su compañía o incluso ser enajenados por otras personas. Peor aún, sus capacidades pueden ser subestimadas. Por eso, aunque usted sea competente, si rompe la paz al hacer algún trabajo, no puede decirse que es sabio.

2) Dios le da más fortaleza y asegura el fruto.

Pacificar es muy importante para lograr realizar el trabajo de Dios. Por muy inteligentes y talentosos que podamos ser, si rompemos la paz, Dios no puede usarnos. Esto es porque parece que el hombre hace un plan y lo promueve para que sea realizado, pero de hecho es el Dios viviente quien permite que la obra sea realizada.

Si en un grupo de personas la paz se rompe, le concede al enemigo, Satanás, una razón para traer acusaciones en su contra. Y en tal caso, Dios no puede ayudarlos. Aunque ellos trabajen duro, no serán capaces de ver grandes logros. Muchos líderes a menudo piensan acerca de cómo tratar con el problema de lograr la paz.

Suponga que una persona es talentosa en algo y tiene entusiasmo por el reino de Dios. Pero la gente duda en darle un deber porque es terca. A menudo insiste que algo es mejor y los otros deben alinearse con su opinión. En el proceso, a menudo otras personas tendrán dificultades con dicha persona y quizá se sentirán incómodas. Debido a su terquedad podrían surgir muchos problemas. Entonces, las personas que la rodean pueden ponerse renuentes a trabajar juntos debido a que puede ser difícil trabajar con ella.

Por supuesto, quienes tienen mucha fe pueden resistir problemas que otras personas puedan causar. Y podrían considerar a tal persona y darle un deber de modo que pueda sentirse completa trabajando para el reino de Dios. Para estas personas con mucha fe, las recompensas celestiales serán fabulosas, pero no le será dada ninguna recompensa a aquella persona que ocasionó conflictos todo el tiempo. Por esto, tener paz es una gran sabiduría para lograr el reino de Dios. Incluso si cada una de las personas es menos capaz, si permanecen unidos, Dios les dará la fuerza y asegurará fruto abundante.

3. Debemos buscar el beneficio de los demás para lograr la paz con todos los hombres

Para lograr la paz con todas las personas en Cristo, primero debemos cultivar nuestros corazones en bondad. Algunas personas que rompen la paz pueden no pensar que son malas porque insisten en la bondad en el exterior. Pero en sus corazones es probable que persigan sus propio beneficio. Por eso la paz se rompe. Aquellos que realmente aspiran a la bondad no rompen la paz.
Entre muchas partes de bondad, Dios quiere que busquemos los beneficios de los otros. En un matrimonio, cuando cada uno de ellos busca su propio beneficio, puede suceder un problema. Quizá ellos quieren que su cónyuge haga lo que ellos quieren y desean recibir tanto como dan. Quizá se quejan cuando las cosas no van como quieren. Ya que discuten a menudo, su amor también se enfría. Por eso, para hacer las paces con la gente, usted debe servir a otros con humildad y no buscar su propio beneficio en las relaciones con amigos, compañeros de trabajo, vecinos y con su cónyuge. Así la paz no se romperá.

Si usted insiste en su idea cuando están disponibles otras opciones, la paz se romperá. Esto es porque usted puede insistir en lo que parece correcto, beneficioso y cómodo para usted o lo que pueda revelar su contribución. Incluso si usted conoce la verdad y sabe que debe buscar el beneficio de su prójimo, si sucede que no tiene bondad, quizá sólo muestre algo que no es bondadoso en sus palabras y acciones. Usted quizá se adhiera persistentemente con lo que es más benéfico para usted, hiera los sentimientos de los demás y actúe con arrogancia.

Sin embargo, aquellos que tienen bondad en su corazón, confortan los corazones de otros en todo asunto. Buscan beneficios para el reino de Dios y consideran los beneficios de otras personas al mismo tiempo. Tratan de seguir las opiniones de otros siempre y cuando no intenten hacer injusticia. Incluso si sus ideas suenan más apropiadas, usted no insistirá en ellas.

Dios desea que sus amados hijos tengan paz unos con otros sin incomodidad ni argumentaciones. Él desea ardientemente que amemos, confortemos, y sirvamos a todos y tengamos paz con todos. Para tener paz con todos, debemos examinar cómo son nuestros corazones para Dios, y este es el elemento más importante para conseguir la paz. Si usted sirve a otros y se sacrifica humildemente, puede aceptar a cualquier persona y renovar incluso a las personas malas. Sin embargo si usted se compromete con la falsedad o va contra la verdad con tal de lograr la paz con la gente y obtener reconocimiento de ellos, esto no es paz a los ojos de Dios.

Por tanto, no debemos hacer concesiones con la falsedad para lograr la paz con las personas. Por ejemplo, si usted no guarda el día del Señor con tal de hacer las paces con su familia que ejerce persecución contra usted, esto no es hacer la paz sino hacer concesiones. Si usted hace concesiones con la falsedad, puede terminar dejando a Dios con su familia y yendo al camino de la destrucción.

Amados hermanos en Cristo, como dice Proverbios 16:7 “Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, Aun a sus enemigos hace estar en paz con él”, necesitamos complacer a Dios primero para estar en paz con las personas. Hebreos 12:14 dice: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”. Oro en el nombre del Señor para que usted experimente las obras abundantes de Dios a través de la sabiduría que es pura y pacífica.


 

 

 
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